Las 10 claves para lograr tu objetivo en esa carrera que tanto deseas la próxima temporada.

1. Objetivos. Antes de comenzar una nueva temporada lo primero que tenemos que tener claro son los objetivos que queremos lograr, en qué carreras queremos estar y también ser autocríticos y ver qué errores hemos cometido en el pasado para no volverlos a cometer.

2. Planificación. Una vez tenemos claros los objetivos lo más recomendable es ponerse en manos de un profesional para que te planifique el camino para lograr las metas propuestas. Una vez tengas la planificación hay que tratar de seguir los entrenamientos indicados sesión a sesión ya que están organizados con una lógica, pensando en los macrociclos y microciclos a seguir y respetando las semanas de carga y descarga que te permitirán llegar en condiciones óptimas a tu objetivo.

3. Zonas de trabajo.  Dentro de las sesiones hay que saber trabajar en las zonas de entrenamiento señaladas por tu entrenador, las cuales obtendremos mediante unos test que se irán realizando a lo largo de la temporada. No se puede salir todos los días a darlo todo en cada sesión porque ese no es el objetivo del entrenamiento, tenemos que tener claro lo que queremos trabajar en cada momento, si estamos trabajando el sistema glucolitico o al contrario estamos haciendo una sesión para mejorar nuestra zona láctica, cada entrenamiento tiene su razón y su explicación, por ello hay que entrenar con cabeza y guardarse un cartucho en la recámara para el momento de la verdad, la competición.

4. Continuidad y constancia. Además de entrenar bien también hay que hacerlo con continuidad y constancia y no estar largos periodos de tiempo parados (excepto el descanso lógico de fuera de temporada). A veces, por cuestiones personales o laborales nos pueden surgir temas que nos impidan seguir el entrenamiento indicado durante unos cuantos días, pero a pesar de ello debemos esforzarnos por al menos conseguir sacar una sesión cada dos o tres días porque si no es así podemos echar a perder mucho del trabajo realizado con anterioridad. En este sentido, nosotros como entrenadores estamos precisamente para eso, para reajustar los planes de entrenamiento a las necesidades puntuales que puedan surgir.

5. Descanso y cansancio. No hay que obsesionarse con entrenar y entrenar…. hay que saber escuchar a nuestro cuerpo, no todos los días son iguales, no siempre dormimos bien, algunos días tenemos más trabajo, estamos enfermos…. El descanso forma parte del entrenamiento y nos ayuda a asimilar los trabajos realizados, de ahí que sea importante respetar los días de descanso activo o  de descanso total que nos marque el plan de entrenamietnos sin forzar más de la cuenta y, por supuesto, estar en contacto con tu entrenador para que el pueda reajustarte las sesiones.

6. Estiramientos y abdominales. Son importantes para prevenir lesiones, ayudan a mantener la postura tanto nadando, corriendo, como en bici y favorecen el retorno venoso. Sabemos que dan mucha pereza pero hay que sacar un ratito todo los días para estirar 10-15minutos y hacer 200-300 abdominales al día.

7. Alimentación. En deportes como el ciclismo o la carrera es evidente la relación que hay entre peso y potencia, eso quiere decir que si estamos en nuestro peso óptimo rendiremos más que si estamos por encima o por debajo de el. No por ello la alimentación debe convertirse en una obsesión, pues simplemente siguiendo unas pautas básicas, nuestro cuerpo se irá acercando a ese peso óptimo con el simple hecho de entrenar. En cualquier caso, creemos que que se rinde más con un Kg de más que con un Kg de menos. Si nos asamos de “afinar” perdemos fuerza y resistencia y nuestro rendimiento disminuye así que nada de obsesionarse.

8. Hidratación.  Es muy importante beber sobre la marcha en entrenos largos o exigentes, evita muchas lesiones musculares ya que muchas roturas de fibras y contracturas son por no hidratarse correctamente. Igualmente es importante mantener una buena hidratación durante todo el día.